Interrupciones

El día en que regresaba desde Bulgaria a España tenía que tomar un bus que me llevaría desde Barajas a Oviedo, saldría a las 23:45 de la noche y el avión tenía hora estimada para llegar a Madrid a las 22:45 una hora me daría tiempo para poder hacer la combinación, pero como reza el dicho "Uno propone y El Pulento dispone" nuestro destino tenía una terrible condición climática y como consecuencia tuvimos 35 minutos de retraso.

Aterrizamos y comenzó la carrera desde la terminal T1 hasta la T4, en el frenesí de ser el primero en bajar del avión perdí mi libreta de viaje en donde había atesorado todo lo que Bulgaria y Sevilla me habían puesto en el camino, anécdotas, historias, ideas, boletos de autobuses, correos electrónicos de gente que había conocido, bocetos, dibujos, mi lápiz favorito (gran pérdida), and so on.

Debido a esta pérdida es por que no continué escribiendo, lo que estaba en esa libreta era una especie de corriente de la conciencia y un registro minucioso de mis pasos, un intento ingenuo Hemingway. Este blog ha sido un reflejo depurado, pero tenía más valor, para mí, el kilo bruto.

Ahora estoy de regreso en Santiago y lo más probables es que esta plataforma se convierta en otro soporte, nuevos enfoques.

Esperando por el próximo viaje.

León - Panes - Sevilla

Luego de un par de días en León y una noche un poco ebria algo asi como terminar cantando canciones a toda voz mientras otros hacian las coreografías de lo que las canciónes versaban montando nuestro propio show gratuito en plena calle en barrio Húmedo y luego una larga caminata de regreso a casa voceando un juego de palabras local que se aprehende muy facil y sobre todo en estado de ebriedad. Volvemos a Panes en peregrinación masiva estamos unos días disfrutando de la hospitalidad local.

Lydia nos invitó a cenar a su nuevo departamento en donde nos tenía preparada, entre otras cosas, una sangría de Sidra que estaba buenísima, además Lydia se encargó de que la jarra jamás se vaciara y menos los vasos que teniamos cada uno.

Al otro día nos vamos a Oviedo ya que nuestro avión a Sevilla sale desde ahí y muy temprano.

Sevilla

Tomamos un avión en la manhana (desde donde escribo, Bulgaria, no hay enye asi que me las arreglaré como se escribe en portugués con "nh") el destino era Barcelona una escala de 1 hora en donde nos dedicamos a rerorrer las tiendas del aeropuerto y luego a Sevilla, el trayecto fue incoherente, pero era la forma más rápida y barata de llegar.

Llegamos a Sevilla, en el aeropuerto conseguimos un mapa y tomamos el bus que nos dejaría "ar ladito"; forma andaluza; de nuestro hostal. Ibamos en buen camino cuando derrepente el bus para y el chofer, fimandose un cigarro, dice -"Úrtima pará, que el centro e'ta cortao" Bien, ya teniamos mapa asi que no sería dificil caminar hasta el hostal, caminamos y empezamos a darnos cuenta de que las calles están repletas de gente y todo huele muy bien; luego sabríamos que era incienso y mirra; a las pocas cuadras chocamos con una procesión interminable, intentamos esquivarlos para poder llegar a tiempo al hostal y la sorpresa era que unas cuadras más allá había otra y porsupuesto todo ardía de gente.

Logramos llegar al hostal, pasando por unas calles que apenas cabe una persona, eso de que en Sevilla hay balcones que prácticamente se chocan es cierto, fácilmente puedes pasarte de un edificio a otro a través de sus balcones.

Nos establecemos en la habitación y salimos a deleitarnos con la tarde sevillana las callejas, la famosísima Giralda, las murallas almenadas de los Alcazares, el río Guadalquivir, el puente de Triana y una que otra Copa y Tapas en los bares que se nos cruzaban en el camino.

Pordonde caminabamos habían procesiones de las cofradías asi que creo que no nos falto ninguna por ver, la de la virgen de la macarena, la de los valles, el descenso, el cachorro, "er gran podé", etc.

Llega la noche y vamos al mítico Barrio de Triana en busca de tablaos flamencos, cante jondo, etc. No tuvimos eéxito por que la virgen de Triana y el cristo de los gitanos pasarían por esos lugares entonces la gente se estaba preparando para recibir a las cofradías que desde temprano empezarían a pasar.

PD: Las fotos las subo en unos días, estoy en Bulgaria, sin mi laptop y no puedo descargar las fotos a este computador.

3 de abril

Oviedo –Gijón –Oviedo –León

Decidimos ir a Gijón por el día, ciudad portuaria que está a una increíble distancia de 20min en el autobús desde Oviedo, todo un viaje para los estándares de lejanía europeos; en Santiago con 20min no llegamos ni a la esquina y aquí es ir de una ciudad a otra; uno de los motivos era ir en búsqueda de una librería llamada “Casa del Libro” por un libro llamado “El Arte de Empezar” (pedido/recomendación de Kurt) un título que a primera vista parece de auto ayuda medio esotérico, pero que luego de leer algunas reseñas terminas entendiendo de que se trata de emprendimiento y como poder empezar o re-tomar actividades luego de algún fracaso con tu empresa.

La dirección era escasa, como todas acá, y para que hablar de puntos de referencia entendiendo que en una ciudad “planeada” en la edad media en donde difícilmente entran autos en las calles y las cuadras se caracterizan por la irregularidad que dan la sensación que está hecho todo en base a calles diagonales de todos los ángulos que pudieron imaginar, para resumir no hay esquinas en ángulo recto.

Intentando ir hacia donde más o menos, creíamos que podríamos empezar a preguntar donde queda tal librería miramos por una calle a la izquierda y ¡Ostras! (exclamación local) estaba frente a nosotros nuestro destino, era como si contáramos con un GPS para navegar a través de toda esa sopa de calles y llegar sin la menor vacilación.

Finalmente encontré el famoso libro pero ante el excesivo costo, la negación a comprarlo se hizo un hecho. Pero como todo esto siempre tiene un lado bueno, encontré libretas Moleskine; una especie de fetiche personal que pocas personas pueden entender; a mitad de precio que en Chile y por consiguiente había que comprarlas, sin más!

Llegó la hora del hambre, para no decir del almuerzo (4:30pm), recorrimos un poco por la hermosa costanera de Gijón que nada tiene que envidiarle a los lujosos balnearios tipo Mónaco. Un poco más allá estaba un nunca bien ponderado Kebab, atendido obviamente por su dueño Turco, que ante la relación precio-cantidad se vuelve una oferta irresistible a la hora de comer por estos lados.

Lego de quedar hasta el cogote con tanta comida (en Asturias uno queda Fartuco) decidimos caminar hacia el casco antiguo de la ciudad llamado Cimadevilla, un hermoso barrio hecho sobre una colina que termina bruscamente en un acantilado al mar, el barrio data de alrededor del año 400 d.C. aunque las termas romanas encontradas debajo de la actual iglesia y las murallas y restos de una ciudad anterior a la actual, indican que Gijón es Gijón desde antes que el hilo negro.

Sobre Cimadevilla se encuentra un parque que ostenta de una colosal escultura de cemento que tiene el propósito de ampliar el sonido que hacen las olas al chocar con el acantilado unos cuantos metros más abajo, la acústica es realmente impresionante.

Luego de unas horas en Gijón decidimos volver a Oviedo a hacer nuestras maletas y partir a León, donde Juan Luis (mi primo) nos invitó a pasar el fin de semana y conocer el nuevo piso (departamento) al que acaba de mudarse junto a unos compañeros de universidad.

León

El viaje a León es realmente bello por la parte Asturiana, la ruta comienza a subir la cordillera Cantábrica y el camino pareciera colgar entre acantilados de rocas enormes y un río que por la profundidad del abismo apenas de deja ver. El paisaje comienza a cambiar de los prados verdes Asturianos a bosques caducos y en esta época nevados, el camino tiene cada vez nieve estamos subiendo hacia la Meseta Castellana, uno de los lugares más fríos de España en donde es usual los quince grados bajo cero en el invierno. Llegamos a lo más alto, una serie de túneles en donde la pendiente comienza a cambiar y ahora todo indica que dejamos Asturias, el paisaje se convierte en una monotonía, pequeños arbustos son los puntos más altos dentro de toda la meseta nevada.
Llegamos a la estación de autobuses de León en donde nos recibe mi primo y asombrosamente después de ver tanta nieve hace casi calor. Comenzamos a caminar y Juan nos cuenta que se había mudado a las afueras de la ciudad y que debíamos tomar un bus que tarda alrededor de 15min en atravesar la ciudad, seguimos el camino hacia el centro para tomar el bus, luego de un rato caminando nos damos cuenta de que todas las calles están cortadas, preguntamos y resulta que pasaban las procesiones de avanzada de la Semana Santa, algo así como una “pre” y el trafico por consiguiente estaría interrumpiendo por las siguientes horas.

Observamos el fervor religioso por un momento y seguimos marcha, un poco más allá aparece la catedral de la ciudad, una de las más grandes de toda España con un estilo gótico insuperable vidrieras enormes y tallados con motivos vegetales, la espléndida iluminación hacía resaltar aún más las formas ojivales y gárgolas. La rodeamos obnubilados y seguimos nuestro camino atravesando la ciudad de la forma más recta posible. Luego de 30min de caminata salimos de la ciudad, pasamos un par de carreteras e ingresamos a Villaobispo de Regueras, un pueblo que según Juan esta hecho de viviendas de protección social, espléndidos edificios de baja altura de ladrillo.

Llegamos a casa, nos recibe la novia de mi primo, Macarena junto a los compañeros de piso y la insuperable Catalina Macarena de Villaobispo una Boxer de 6 meses. El departamento es impecable, muy amplio y con todas las comodidades para la clase media extrema española, cocina con vitrocerámica, calefacción central, ventanas con termo paneles oscilobatientes, piso flotante y el ascensor que habla y te dice el piso en que estas con el solo defecto de que la voz tiene acento gallego y que por León parece que no gusta mucho. Plop!

Cenamos quesos, jamones, tortillas de patatas, y el postre llamado Torrijas que había traído y preparado Samuel, otro comensal invitado.

Terminamos en una conversación de esas en donde se arregla el mundo una y otra vez, hasta las 6 de la mañana.

En OVD

Hoy temprano me vine en el auto (coche) de Lucia y su amiga desde Panes (campamento base) a Oviedo, pero no exactamente Oviedo, sino que al "Parque Prin" una especie de Parque Arauco versión Asturiana nada que no se haya visto antes. El asunto es que me dicen que van de compras y que quieren probarse vestidos y tales cosas, y por otro lado yo andaba en busca de una maleta que sustituyera la que Iberia me había destruido, así que ellas amablemente me acompañaron a comprar mi super maleta. Luego las deje para que hicieran sus compras tranquilas y yo aprovechar de turistear en un lado que no fuera un mall tipo.


Finalizado tal trámite, emprendí rumbo en el autobus nº1, con las escuetas indicaciones que mi hermana minutos antes me había dado para llegar a su casa. La primera sorpresa fue la agradable y bien recibida calefacción del autobus y luego los asientos temperados en la zona de la espalda y no es que otra persona iba sentada antes de que yo me subiera, ¡eran chorritos de aire!

Llegué a casa de Fran (hermana) luego de 30min de viaje desde las afueras de la ciudad y atravesándola de un extremo a otro, todo perfecto, me planto en el portal; llamo al timbre; tomo el ascensor y Voilà estoy en casa!

Conocí a Esther (una de las room mate de Fran) y a la vecina; una señora que según dicen no tiene nada mejor que hacer que colgar ropa y cosas insólitas que lava, desde mantas enormes hasta la cama de su perro. Todo el día colgando y descolgando ropa del cordel.


Decidimos hacer algo por nuestra vida y fuimos a la estación de trenes a sacar los billetes para el AVE que nos llevará desde Sevilla a Madrid, en la espera de que nos atendieran una de las señoras de la boletería se dio cuenta de que había un maletín de dudosa procedencia en un lugar del mesón, tras preguntar si este tenía dueño y ante la negativa de los presentes llamaron a la Guardia Civil para que iniciara los trámites (no olvidar lo de la ETA y esas cosas que pasan). Al parecer no era más que un simple descuido y un susto momentáneo.

Cuando llegó el momento de nuestro turno, pasamos a la ventanilla y nos damos cuenta que el señor que nos está vendiendo el billete es el mismo que sale en la publicidad de la lotería deseando suerte a quien compre los boletos, sorpresa mayor fue que al ingresar los datos para sacar los asientos del tren sale en una pantalla que somos los afortunados beneficiados de la Tarifa Estrella del Renfe, la que consiste en un descuento de un 40% del valor de nuestra compra, que considerando lo caro de los pasajes fue muy bien recibido por nuestros bolsillos. Creo que fue una de esas tantas casualidades que se presentan y te hacen que el día vaya bien.

Luego en la tarde fuimos con Esther a la calle Gascona a tomar unos culines de Sidra y comer una tabla de quesos locales y dulce de membrillo que estaba buenísima y que de paso agradecemos los 20 euros que C. nos regaló!

Llegué!

Del viaje:

Luego de un largo y movidísimo vuelo hemos aquí.

Partiendo el piloto que andaba de turismo, se dio una vuelta que nunca la había hecho, salimos de Santiago y encaminó hacia el Oeste, vimos San Antonio y todo el litoral central incluyendo Valparaíso, Viña, Reñaca y todo eso, desde ahí se encaminó rumbo Este, pasamos por al lado del Aconcagua el que fue respectivamente anunciado por alta voz en plan: “… y a su izquierda pueden apreciar el monte Aconcagua el monte más alto y…” Seguido de esto nos cuenta la ruta a seguir: por el Amazonas y luego a las Islas Canarias en donde hizo hincapié en que el servicio meteorológico informaba que habría un “poco” de turbulencia.


El caso es que creo que las Canarias son muy grandes y abarcan una extensión enorme, por que las turbulencias fueron durante todo el viaje.

El momento álgido de la noche fue cuando a través del sueño escucho a una azafata que dice que se había desprendido una placa y que el avión se estaba desarmando… Abro los ojos y en el asiento de enfrente tenía a tres personas con linterna en mano intentando solucionar el “problemilla”. La sorpresa fue enorme, de estar placidamente durmiendo a tal noticia. Bueno ante mi preocupación pregunto y me dicen que esta todo bien, salvo por los rebotes que dábamos y que las pobres azafatas apenas se tenían en pie mientras instalaban la placa que se había desprendido y de donde salía un chorro de aire heladísimo.

Para finalizar la historia en las 4 horas que quedaban no pude conciliar nuevamente el sueño, mientras que mi compañera de viaje ni se enteró del inquietante incidente.

De la llegada:


Llegar a Madrid no era el fin del viaje, había que esperar 2 horas para tomar el próximo avión lo que nos daba tiempo de caminar con tranquilidad los 30 minutos para ir de una puerta a la otra, la puerta K97 nos llevaría a Santander en un vuelo irrisorio de 35 minutos.

Llegamos y estaba Lita y Charo esperando para llevarme al destino final Panes, pero sin antes descubrir que mi maleta había llegado desecha del todo y abierta por todas partes (Papá: el vino llegó, milagrosamente, sin problemas) así que ante la inoperancia de Iberia y sus políticas tercermundistas, paso el dato, me resigno a comprar una nueva maleta ya que con la respuesta de: - Llame a este número, marque este código y le dirán donde la puede llevar para repararla… Y viendo que tal destrucción no tiene reparo alguno. (Mamá: usaré tu tarjeta XD)

Bueno estoy en al fin en Panes, sano y salvo con un frío de la “ostia” antes de ayer nevó y ahora dicen que esta semana nieva otra vez. Será

Mañana me voy a Oviedo a encontrarme con la Fran (hermana) a comprar la maleta y a quedarme por que el Jueves tenemos una Espicha de la cual no tengo más datos.