Interrupciones

El día en que regresaba desde Bulgaria a España tenía que tomar un bus que me llevaría desde Barajas a Oviedo, saldría a las 23:45 de la noche y el avión tenía hora estimada para llegar a Madrid a las 22:45 una hora me daría tiempo para poder hacer la combinación, pero como reza el dicho "Uno propone y El Pulento dispone" nuestro destino tenía una terrible condición climática y como consecuencia tuvimos 35 minutos de retraso.

Aterrizamos y comenzó la carrera desde la terminal T1 hasta la T4, en el frenesí de ser el primero en bajar del avión perdí mi libreta de viaje en donde había atesorado todo lo que Bulgaria y Sevilla me habían puesto en el camino, anécdotas, historias, ideas, boletos de autobuses, correos electrónicos de gente que había conocido, bocetos, dibujos, mi lápiz favorito (gran pérdida), and so on.

Debido a esta pérdida es por que no continué escribiendo, lo que estaba en esa libreta era una especie de corriente de la conciencia y un registro minucioso de mis pasos, un intento ingenuo Hemingway. Este blog ha sido un reflejo depurado, pero tenía más valor, para mí, el kilo bruto.

Ahora estoy de regreso en Santiago y lo más probables es que esta plataforma se convierta en otro soporte, nuevos enfoques.

Esperando por el próximo viaje.

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