3 de abril

Oviedo –Gijón –Oviedo –León

Decidimos ir a Gijón por el día, ciudad portuaria que está a una increíble distancia de 20min en el autobús desde Oviedo, todo un viaje para los estándares de lejanía europeos; en Santiago con 20min no llegamos ni a la esquina y aquí es ir de una ciudad a otra; uno de los motivos era ir en búsqueda de una librería llamada “Casa del Libro” por un libro llamado “El Arte de Empezar” (pedido/recomendación de Kurt) un título que a primera vista parece de auto ayuda medio esotérico, pero que luego de leer algunas reseñas terminas entendiendo de que se trata de emprendimiento y como poder empezar o re-tomar actividades luego de algún fracaso con tu empresa.

La dirección era escasa, como todas acá, y para que hablar de puntos de referencia entendiendo que en una ciudad “planeada” en la edad media en donde difícilmente entran autos en las calles y las cuadras se caracterizan por la irregularidad que dan la sensación que está hecho todo en base a calles diagonales de todos los ángulos que pudieron imaginar, para resumir no hay esquinas en ángulo recto.

Intentando ir hacia donde más o menos, creíamos que podríamos empezar a preguntar donde queda tal librería miramos por una calle a la izquierda y ¡Ostras! (exclamación local) estaba frente a nosotros nuestro destino, era como si contáramos con un GPS para navegar a través de toda esa sopa de calles y llegar sin la menor vacilación.

Finalmente encontré el famoso libro pero ante el excesivo costo, la negación a comprarlo se hizo un hecho. Pero como todo esto siempre tiene un lado bueno, encontré libretas Moleskine; una especie de fetiche personal que pocas personas pueden entender; a mitad de precio que en Chile y por consiguiente había que comprarlas, sin más!

Llegó la hora del hambre, para no decir del almuerzo (4:30pm), recorrimos un poco por la hermosa costanera de Gijón que nada tiene que envidiarle a los lujosos balnearios tipo Mónaco. Un poco más allá estaba un nunca bien ponderado Kebab, atendido obviamente por su dueño Turco, que ante la relación precio-cantidad se vuelve una oferta irresistible a la hora de comer por estos lados.

Lego de quedar hasta el cogote con tanta comida (en Asturias uno queda Fartuco) decidimos caminar hacia el casco antiguo de la ciudad llamado Cimadevilla, un hermoso barrio hecho sobre una colina que termina bruscamente en un acantilado al mar, el barrio data de alrededor del año 400 d.C. aunque las termas romanas encontradas debajo de la actual iglesia y las murallas y restos de una ciudad anterior a la actual, indican que Gijón es Gijón desde antes que el hilo negro.

Sobre Cimadevilla se encuentra un parque que ostenta de una colosal escultura de cemento que tiene el propósito de ampliar el sonido que hacen las olas al chocar con el acantilado unos cuantos metros más abajo, la acústica es realmente impresionante.

Luego de unas horas en Gijón decidimos volver a Oviedo a hacer nuestras maletas y partir a León, donde Juan Luis (mi primo) nos invitó a pasar el fin de semana y conocer el nuevo piso (departamento) al que acaba de mudarse junto a unos compañeros de universidad.

León

El viaje a León es realmente bello por la parte Asturiana, la ruta comienza a subir la cordillera Cantábrica y el camino pareciera colgar entre acantilados de rocas enormes y un río que por la profundidad del abismo apenas de deja ver. El paisaje comienza a cambiar de los prados verdes Asturianos a bosques caducos y en esta época nevados, el camino tiene cada vez nieve estamos subiendo hacia la Meseta Castellana, uno de los lugares más fríos de España en donde es usual los quince grados bajo cero en el invierno. Llegamos a lo más alto, una serie de túneles en donde la pendiente comienza a cambiar y ahora todo indica que dejamos Asturias, el paisaje se convierte en una monotonía, pequeños arbustos son los puntos más altos dentro de toda la meseta nevada.
Llegamos a la estación de autobuses de León en donde nos recibe mi primo y asombrosamente después de ver tanta nieve hace casi calor. Comenzamos a caminar y Juan nos cuenta que se había mudado a las afueras de la ciudad y que debíamos tomar un bus que tarda alrededor de 15min en atravesar la ciudad, seguimos el camino hacia el centro para tomar el bus, luego de un rato caminando nos damos cuenta de que todas las calles están cortadas, preguntamos y resulta que pasaban las procesiones de avanzada de la Semana Santa, algo así como una “pre” y el trafico por consiguiente estaría interrumpiendo por las siguientes horas.

Observamos el fervor religioso por un momento y seguimos marcha, un poco más allá aparece la catedral de la ciudad, una de las más grandes de toda España con un estilo gótico insuperable vidrieras enormes y tallados con motivos vegetales, la espléndida iluminación hacía resaltar aún más las formas ojivales y gárgolas. La rodeamos obnubilados y seguimos nuestro camino atravesando la ciudad de la forma más recta posible. Luego de 30min de caminata salimos de la ciudad, pasamos un par de carreteras e ingresamos a Villaobispo de Regueras, un pueblo que según Juan esta hecho de viviendas de protección social, espléndidos edificios de baja altura de ladrillo.

Llegamos a casa, nos recibe la novia de mi primo, Macarena junto a los compañeros de piso y la insuperable Catalina Macarena de Villaobispo una Boxer de 6 meses. El departamento es impecable, muy amplio y con todas las comodidades para la clase media extrema española, cocina con vitrocerámica, calefacción central, ventanas con termo paneles oscilobatientes, piso flotante y el ascensor que habla y te dice el piso en que estas con el solo defecto de que la voz tiene acento gallego y que por León parece que no gusta mucho. Plop!

Cenamos quesos, jamones, tortillas de patatas, y el postre llamado Torrijas que había traído y preparado Samuel, otro comensal invitado.

Terminamos en una conversación de esas en donde se arregla el mundo una y otra vez, hasta las 6 de la mañana.

1 comentarios:

Fernanda Weinstein dijo...

Qué increíble!!!!
Cómo que no tienes el don de la palabra? Escribes MUY bien.